Conforme la tecnología de las Telecomunicaciones evoluciona, hemos visto y experimentado cambios no solo en dispositivos o funcionalidades, sino también en ciertos componentes que permiten estas mejoras tecnológicas. Sin duda, uno de los casos más importantes de este tipo en la tecnología celular es la tarjeta SIM... sin embargo, para contarte su historia, primero es importante definir qué es.
Pero, ¿para qué sirve una SIM card? Para almacenar información importante en su interior, identificar a qué red y a qué país pertenece el usuario, así como su tecnología, si se encuentra en roaming, etcétera. Todo esto está concentrado en un ID único llamado IMSI (International Mobile Subcriber Identity: Identidad Internacional del Suscriptor Móvil) y gracias a este código las llamadas que realizamos pueden ser enlazadas y tasadas.
Y... ¿cómo funciona? Es una pequeña pieza de plástico que contiene un chip hecho de silicón bañado en oro u otros metales. Posee un procesador, memoria y circuitos de seguridad que son leídos por el dispositivo móvil cuando es insertado en la ranura.
eSIM, el presente de la telefonía celular
Su nombre también es una sigla para embedded SIM Card (SIM Card Incrustada). Es en tamaño solo una fracción de la Nano SIM y con ella nos olvidamos del plástico, ya que ahora será solo un pequeño chip dentro de nuestros teléfonos o dispositivos, convirtiéndose en un dispositivo más seguro, más veloz y más fácil de usar, porque ya no se requiere manipular el chip, por lo que no se corre el riesgo de daño o desgaste; además, cuenta con mayor espacio de memoria, lo que la hace más rápida y capaz de guardar más información.
En Telcel ya estamos preparados para darles a nuestros Clientes los beneficios de la eSIM y el primer dispositivo en incorporarla es el Motorola RZR, el más nuevo lanzamiento de la marca. Sin embargo, muy pronto también tendremos esta tecnología en muchos más dispositivos.
